Hace unas semanas, mientras estaba en una comida de trabajo, apareció la "vía chusito". No sabía bien de qué se trataba pero enseguida entendía que hablaban de Jesús Egiguren, presidente del PSE-EE.
Saqué en claro que en el tema de la pacificación, Jesús Egiguren tiene sus ideas al igual que todos las tenemos y que abogaban por cierto acercamiento a la izquierda abertzale ilegalizada.
Recordemos las declaraciones del ilustre centrista y liberal Mayor Oreja en el que acusaba al gobierno de Rodriguez Zapatero de estar negociando con la banda mafiosa e incluso afirmaba que eran "aliados potenciales".
Este fin de semana, entrevistaron a Jesús Egiguren en la Cadena SER y en ella dejaba claro que la izquierda abertzale ilegalizada había llegado ya por fin al convencimiento de que la banda mafiosa debía desaparecer de nuestras vidas ..., esto ha costado mas de mil muertos y 40 años, pero dicen que más vale tarde que nunca.
Abogaba también porque todos los partidos empezaran a mover algo en sus foros internos para que el final de la violencia sin sentido de estos años fuera posible no sólo por vías policiales.
Después de esto, si queréis, ponéis Jesús Egiguren en Google y veis todas las consecuencias y barbaridades, algunas en nuestro partido. Con petición de dimisión de la Cospedal incluida, manda huevos con lo que le ronda a esta señora que pida a los demás lo que ella no hace en su casa.
Jesús es el presidente de mi partido, por tanto, creo que hay que respetar sus opiniones, que son tan buenas o malas como las de cualquiera. Y los trapos sucios, se lavan en casa. Esto, para Patxi López, Rubalcaba y Ares. Por cierto, ya les animo y ya que están que hagan declaraciones similares sobre los concejales que votan medidas xenófobas en Cataluña. ¿O esto es diferente?.
Yo creo que no le falta razón, mover maquinaria no significa hablar con la izquierda abertzale ilegalizada ni concederles nada, significa que hay que interiorizar el discurso y ir haciéndose a la idea, esto se pude acabar cualquier día y no nos tiene que pillar por sorpresa. Lo cual no dice que este movimiento sea inmediato, todavía queda mucho por recorrer y sobretodo, la confianza, hay que ganársela.
En 2006 la perdieron, todos, los mafiosos y sus acólitos. Creo que todos los movimientos actuales no quieren decir nada, es más, creo que todavía me suena más a estrategia que a verdaderas intenciones.
Aún así, no está del todo mal hablar del qué pasaría. De ilusiones, también se vive.
Y una cosa fundamental, creo que es importante definirnos, lo primero, somos socialistas, ni vascos, ni españoles y creo que mientras intentemos colocarnos etiquetas nacionales, no conseguiremos avanzar, que otros se preocupen de debates identitarios.
Salu2
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