miércoles, 14 de marzo de 2012

¿Hay confidencialidad en los datos fiscales?

Ayer el Correo y en Deia, sacaban en portada la la inspección fiscal que se le está haciendo a Melchor Gil por la injustificada adquisición de un inmueble en Castro.

Inspección, cuyos datos han sido remitidos a la fiscalía anticorrupción para su investigación.

Hoy en Deia, aparecen más datos sobre la citada inspección, incluso sacando datos como cuantos billetes de 500, de 200, de 100, ..., utilizó para pagar al promotor.

El resumen es que hay unas serie de pagos en metálico que no están justificados, Melchor Gil dice que es pasta que le dejaron sus amigos y debe justificarlo.

Los informes de Hacienda que la Fiscalía de Bizkaia tiene encima de la mesa no determinan con exactitud qué presunto delito económico, o delitos, ha podido cometer Melchor Gil entre 2005 y 2009. Es lo que deberá determinar el Ministerio Público si aprecia vulneración de la ley. El cuñado del lehendakari y persona clave en el PSE se enfrenta a los recogidos en el Título XIX del Código Penal, entre los que figuran el tráfico de influencias, la malversación, los fraudes y exacciones ilegales o el cohecho. A todos estos, a tenor de la documentación del caso, podría unirse el blanqueo de capitales.
Tal como consta en los dos expedientes que estudia la Fiscalía, Melchor Gil pagó gran parte de su chalé con dinero en efectivo cuyo origen no ha podido justificar. De los 669.514 euros que cobró el constructor, 270.000 los cumplimentó mediante dos transferencias bancarias y el resto, 399.514, con diez pagos en efectivo (estos 399.514 representan la mayoría de los 419.074 euros cuyo origen se desconoce; el resto se contabiliza en ingresos en sus cuentas tampoco justificados). De estos últimos 399.514 euros destinados a sufragar el chalé, 212.299 están controlados hasta el extremo de saber con qué billetes se pagaron. Corresponden a seis entregas en efectivo en las que el BBVA detalló el número y el tipo de billetes empleados en el justificante de ingreso, realizado a contravalor de Melchor Gil. En los otros cuatro pagos solo figura la cantidad aportada pero sin especificar el tipo de billete.

Ni voy a defender ni acusar a Melchor Gil, si ha cometido delito, la fiscalía pedirá penas y que lo pague y si Melchor Gil es capaz de justificarlo, pues será inocente. De momento, la losa ya la tiene encima.

Lo que si me parece verdaderamente preocupante es que se filtre esta información, estamos hablando de DATOS PRIVADOS Y CONFIDENCIALES, su publicación, ES DELITO y creo que la Diputación de Bizkaia, está tardando en decir cómo se ha producido esa filtración y quién es el responsable.

Me da miedo, por no decir, PÁNICO, que esto se produzca.

Hace años, en la Seguridad Social montaron un sistema informático dónde se sabía quién, cuándo y cómo se había consultado un expediente, supongo que el departamento de Hacienda de Diputación lo tendrá también, ¿no?.

Salu2