viernes, 5 de julio de 2013

Acto de contrición


Hoy sabemos que Valentín Lasarte, el asesino que se llevó por delante varias vidas antes de su detención, expulsado de la banda mafiosa y arrepentido de sus crímenes, sigue haciendo acto de contrición, y esta vez, ha pedido perdón, a los guardias civiles del cuartel de Arnedo y a sus familias, dónde puso una bomba en 1995.

Es cierto que hubiera sido mucho mejor que no hubiera asesinado a nadie, que nunca hubiera empuñado un arma y que tampoco hubiera apretado un detonador, es más, todo hubiera sido mejor si la banda mafiosa no hubiera existido nunca, pero eso no ha sido así. Los hechos están ahí, los muertos están en sus tumbas y sus familiares y allegados aún los añoran y las demás víctimas siguen sufriendo consecuencias de los atentados. Pero el odio y la venganza, no ayudan a recuperar a los que se han ido ni a mejorar su ausencia.

Valentín Lasarte, al igual que otros muchos, está en la buena vía, en la vía del final auténtico del terrorismo de la banda mafiosa, cuantos más se unan a esta vía y dejen de estar tutelados por otros, más rápido se podrá poner punto y final a la barbarie de una forma definitiva.

Pero para que esto funcione, tiene que haber perdón, hay que saber perdonar al que pide perdón sinceramente, es una actitud humana, sé que es difícil, pero también es verdad, que si el que pide perdón, no es perdonado, tampoco terminará nunca el problema.

Es un camino duro, que todavía está en sus inicios, pero, como decía Machado, "caminante no hay camino, se hace camino al andar". Andemos y seguiremos haciendo camino, el camino a la paz.



Salu2